Estaba estudiando arquitectura, pero cada día me obsesionaba mas con la filosofía. Leía constantemente a Wittgestein. Me empezó esta obsesión con él cuando conocí la casa que diseño en Viena para su hermana. Pensaba todo el tiempo si él podía hacer arquitectura por que yo no podía entender filosofía. Cuaderno azul, cuaderno marrón, el tractatus. Leí sus trabajos y me fascina su personalidad. Quien era y como era. Empecé a entender sus teorías sobre la lógica, sobre lingüística.  Pero lo que de verdad me cautivó fue comprender que los limites del lenguaje eran los limites del mundo. Eso fue lo que me llevo a adentrarme en la filosofía y en el pensamiento.

Claro seguía haciendo arquitectura, residencias para estudiantes, intervenciones en la muralla, en incluso una torre de vivienda. Pero si mi arquitectura se obsesionaba cada vez mas con la idea de que las pantallas destruirían el concepto de arquitectura, más me metía en el estudio de la filosofía. Mi fascinación con Wittgestein no solo hizo que hiciera para taller una reflexión sobre la vivienda contemporánea y el habitar en mi taller que dejo como resultado un curioso y extraño diseño de un cono parado de cabeza en medio del Bosque Izquierdo. El cono en el bosque de Kobernauss. Poco a poco entendí que el problema del habitar no era un problema arquitectónico sino más un problema existencial filosófico. Los limites del mundo en el lenguaje migro mi idea de cómo habitamos el mundo. Habitamos el lenguaje y estar en el lenguaje es estar en el mundo. Entender esto me llevaría por una nueva aventura filosófica por varios pensadores. Spinoza y la ética, Leibniz y el infinito, San Agustín y sus confesiones. Griego, Latín. Escuela de Frankfurt. Husserl y la escuela Inglesa. Hegel, Kant y la tradición alemana. Entre mas leía mas me alejaba de los otros. Entender me hacia solitario y empecé a recordar la felicidad del idiota. Entender la pregunta que me hice un día no me llevo a vivir en paz y armonía con mi entorno sino me volvió un solipsista amargado. Ya nada tenia sentido.

Habitaba un lenguaje y me sentía como el Hugo Von Hofmannsthal en su carta a Lord Chandos. Si nada quedaba por decir con las palabras, ¿cuál era la posibilidad creativa de habitar el mundo?

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About
Piloto, arquitecto, artista y creador audiovisual. Con 20 años de experiencia en la producción audiovisual en diversos trabajos en el Cine, Tele-Novelas, Documentales o Comerciales, a explorado los límites de habitar las imágenes. A través de esta búsqueda ha trabajado en espacios virtuales y en la construcción y diseño de arquitectura efímera. Además de estudios en estética es graduado de la Maestría en artes plásticas y visuales de la Universidad Nacional, en donde ha empezado a explorar la producción artística por medio de explorar el espacio como materia plástica, así como los rasgos de cielo y de lo celesteque evoca su pasado como piloto comercial. Amplios conocimientos en diseño, y líder de sus equipos de trabajo. Actualmente esta trabajando en un proyecto doctoral, que investiga la manera de crear un sustento ético basado en algoritmos; que permitan a la IA (Inteligencia artificial), explorar el arte y la creación como límite de la experiencia humana.