Retratos en un mar de mentiras es una película dramática colombiana del 2010, dirigida, escrita y editada por Carlos Gaviria; está protagonizada por Paola Baldión, quien con este personaje (Marina) ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Guadalajara, 2009; y Julián Román. La película fue premiada a la mejor cinta iberoamericana.
Después de la muerte de su abuelo (Edgardo Román) en un alud de lodo, Jairo (Julián Román), un fotógrafo ambulante, y Marina (Paola Baldión), su prima amnésica y callada, deciden ir a recuperar la tierra de la que fueron desplazados años atrás. Viajan desde Bogotá la Costa Caribe un viejo y destartalado Renault 4. Durante el viaje Marina comienza a revivir su pasado traumático. Al llegar a su pueblo y anunciar que vienen por sus tierras, los paramilitares los secuestran. Al intentar huir, Jairo es herido. Marina va a las ruinas de la casa de su familia buscando las escrituras que su abuelo enterró y allí revive la matanza de su familia. Ella vuelve con la escritura de sus tierras a donde Jairo que está agonizando. Ella lo lleva a morir al mar.
En la película trabaje como ambientador.